Tratamiento de Adicción a la Ludopatía – Capítulo 1 – «Pedir ayuda»

Capítulo 1- Pedir ayuda

El juego on-line y el aumento de las casas de apuestas, junto con el mantenimiento de las ya tradicionales máquinas tragaperras, bingos y casinos, han acercado el juego a un número mayor de personas con el consiguiente aumento de la adicción al juego o ludopatía. Es especialmente alarmante entre los adolescentes y jóvenes por lo que vamos a dedicarle una especial atención desde SINADIC.

Para abordar el tema del tratamiento de la Adicción al Juego o Ludopatía debemos antes hacer unas reflexiones sobre esta difícil problemática, en este primer capítulo lo haremos acerca de cómo y cuándo las personas con este problema perciben que tienen un problema y deciden pedir ayuda y qué hacer en caso de que no acepten que tienen un problema de adicción y por lo tanto no quieran recibir ayuda.

Cierto es que en nuestro Centro de Tratamiento de las Adicciones tenemos pacientes con problemas de ludopatía que han acudido en fase temprana, es decir cuando aparecieron los primeros síntomas en que la conducta del juego comenzaba a causarles preocupación, pero estos casos son realmente excepcionales, lo más habitual es que solo cuando se ha generado un enorme problema en su entorno (trabajo, familia, economía, depresión, ansiedad, etc.) es cuando llegan a solicitar tratamiento.

¿Se da cuenta el jugador de que tiene un problema?

adiccion al juego Las personas adictas a cualquier sustancia o conducta comparten una actitud que los psicólogos conocemos como “negación” que consiste en negarse a sí mismo que tienen un problema (o minimizarlo). En el caso del adicto al juego esto se da hasta que su situación es suficientemente llamativa en su entorno y entonces saltan las alarmas en las personas que le rodean. La gran mayoría de los ludópatas solo acuden a un especialista cuando su entorno les empuja a hacerlo, la sensación falsa de control es lo más habitual, jugar es algo legal y lo hace la gente en locales públicos como los bares… “nadie se fija en mi”, “lo tengo controlado”, “recupero y lo dejo”, “esta es la última vez”, el adicto no es consciente de que está enfermando hasta que su situación ya no la puede parar por sí solo. La familia debe entender que él no es un “vicioso” o un “irresponsable” si no que es un enfermo y debe ponerse en tratamiento.

¿Cuándo y cómo pedir ayuda?

Pediremos ayuda cuando observemos alguno o varios de los siguientes síntomas:

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Se realizan acciones extras para obtener dinero para jugar, como pedir prestado o un anticipo del sueldo.
La persona jugadora siente malestar (mal humor, irritabilidad, ansiedad, etc.) cuando trata de disminuir la conducta de jugar o de abandonarla, o cuando no puede jugar por compromisos familiares.
Cuando se juega en momentos de ansiedad o tristeza. El jugador recurre al juego cuando se encuentra ansioso o deprimido para animarse o calmarse.
Cuando se va aumentando la cantidad de dinero apostado deseando recuperar lo perdido. Se juega para recuperar lo perdido o para obtener un dinero para algo en concreto.
Baja el rendimiento en las actividades profesionales con los consiguientes problemas ocasionados.
Cuando se miente acerca de la actividad del juego. Se oculta y se inventan gastos extras que justifican las perdidas.
Cuando se juega dinero que se necesita en casa.
Se generan deudas por el juego.

La familia o personas del entorno que detectan una posible adicción al juego en uno de sus miembros deben acudir a un centro especializado para el tratamiento de la adicción al juego como Sinadic para recibir orientación sobre cómo actuar en caso de que el jugador no reconozca su problema.