Las Festividades Navideñas y el Año Nuevo siempre son una buena ocasión para pasar más tiempo con nuestros seres queridos, y recordar momentos felices de nuestra infancia. En este ambiente festivo también son habituales los excesos, especialmente con comidas copiosas y bebidas alcohólicas. No vamos a negar que el consumo de alcohol aumenta en estas fechas, porque sería un absurdo a todas luces no asumir que es una conducta normalizada y socialmente aceptada, sin embargo, si queremos servirte de advertencia de que el alcohol es una sustancia peligrosa, que forma parte de muchos de los dramas que suceden en estas fechas, y que no debemos bajar la guardia en cuanto al control del consumo se refiere.
Durante estas fechas se experimenta un aumento muy considerable de los ingresos hospitalarios a causa de comas etílicos y accidentes de tráfico. Durante estas fechas se produce un aumento muy considerable de los accidentes de tráfico, siendo el alcohol el responsable directo de este aumento. Según la DGT, el 40% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico estaban bajo los efectos del alcohol. Las autoridades públicas, siempre ponen marcha durante estas fechas importantes campañas de concienciación, así como dispositivos policiales de control de alcoholemia, lo cual puede tener fuertes consecuencias económicas e incluso penales.
Lo prudente es tratar de mantener el consumo de alcohol dentro de unos límites aceptables, y nunca conducir habiendo bebido. Los riesgos de alcohol en estas fechas afectan a la mayoría de personas, pero cuando se trata de personas con comportamientos tendentes a la adicción, los riesgos se multiplican, especialmente porque se pueden pasar por alto las señales de alarma.
Existe evidencia científica de que un consumo excesivo de alcohol modifica el cerebro a nivel neuronal, en funciones como el control de la conducta, la memoria de trabajo o el diseño de estrategias. El alcohol es un tóxico del sistema nervioso, y aunque está socialmente aceptado, es una de las sustancias más letales a nivel mundial, y de las que más dependencia física puede llegar a generar.
Estos riesgos se acentúan especialmente en los adolescentes, los cuales se encuentran en una etapa vulnerable, y que pueden tener durante estas fiestas su primera toma de contacto con el alcohol. Esta es una edad crítica que puede ser determinante en la transición a la adicción, lo cual, nos lleva a extremar las precauciones y en hacer entender al adolescente que el alcohol no es necesario consumir alcohol para pasarlo bien.
El hecho de que el alcohol sea un riesgo, es un motivo para tratar de pasar estas fiestas evitando un consumo excesivo, y evitando las situaciones de riesgo.