¿Has escuchado hablar de la moda del chemsex?
Cuando hablamos de adicciones a menudo tendemos a aislarlas de otros problemas que pueden ser causa, efecto o simplemente dependientes unas de otras. Sin embargo al hablar del Chemsex estamos hablando de un auténtico cóctel de todas estas.
El ChemSex es una actividad que aúna las adicciones a las redes sociales, a las drogas y al sexo, que se pueden unir llegando a convertirse una espiral sin control.
¿Pero qué es el chemsex?
Chemsex definición: El chemsex consiste en el consumo intencional de drogas para tener sexo durante horas (e incluso días). Es una práctica casi exclusiva de varones homosexuales, bisexuales y hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH). Los que lo practican se valen de redes sociales de contactos (Grindr, Tinder, Gay Romeo…) para organizar estas sesiones que suelen constar de entre media docena y decenas de integrantes. “Somos seis y ahora vienen cuatro más”
Se trata de una práctica que puede desembocar en graves adicciones a las drogas, al sexo o a ambos, ha pasado de ser una moda a una práctica bastante extendida, especialmente en ciudades como Madrid o Barcelona. “Muchos de los pacientes aceptan que tienen un problema cuando descubren que solo pueden pensar en la próxima vez que van a tener chemsex”.
Esta práctica, aparte de suponer un grave riesgo para la salud debido al escaso uso de métodos de protección, fomenta la desvinculación de la sexualidad con la socialización. “Antes uno iba a un bar y ligabas… o no.” Ahora existe la posibilidad de alcanzar un sexo muy placentero con sólo coger el móvil.
En estas sesiones el placer de la experiencia sexual se acentúa debido al consumo de sustancias como metanfetamina, mefedrona, MDMA, cocaína, ketamina y píldoras vigorizantes. Es muy fácil buscar una compensación o alivio del dolor y malestar, a través de la búsqueda de placer intenso e inmediato. “Ahora la satisfacción es inmediata, y eso engancha”.
Este fenómeno une tres elementos que se retroalimentan: adicción al teléfono móvil y al uso de aplicaciones móviles, las prácticas sexuales y el uso de droga en el contexto sexual.
¿Qué riesgos tiene el ChemSex?
Las consecuencias de la adicción a esta práctica son diversas. Las tres principales son: los contagios de VIH y de hepatitis y la dependencia a las drogas. Por lo general el que acaba siendo un adicto a las sesiones de chemsex acaba buscando cualquier momento para acudir a éstas, aprovechando descansos en el trabajo y dejando a un lado sus otras relaciones personales y su vida cotidiana. Es habitual que los adictos pasen fines de semana completos en estos locales, lo que desemboca en un gran desgaste físico y psicológico. “Tu vida es sexo-sobrevivir-dormir-droga”.
La adicción a las sesiones de chemsex, como muchas otras adicciones tienen su origen en rasgos psicosociales derivados de una educación heteronormativa que haya influido durante su proceso de desarrollo personal y durante su proceso de aceptación de su identidad homosexual. En este tipo de educación se inculca que para “ser más hombre” las relaciones han de ser más duraderas y el rol más dominante. Esto genera malestar psicológico y un estado de depresión por no poder abandonar esos comportamientos.
En Sinadic conocemos las consecuencias de este tipo de adicción al sexo y a las drogas también sabemos cómo profundizar en las causas que las generan. Somos un centro de desintoxicación en Madrid que puede ayudarte a ti o a alguien cercano a superar su adicción. Si quieres conocer nuestro tratamiento de adicción al sexo en Madrid; superar la adicción al sexo, al móvil o a las drogas; o conoces a alguien que pudiera necesitar nuestra ayuda, llámanos ya y aprovecha la primera consulta gratuita.